Este mes de junio venimos muy guerrilleros y, como hace un par de días se cumplía el 79º aniversario del desembarco de Normandía, he pensado que sería una buena oportunidad para escoger una lectura que estuviera vinculada con la II Guerra Mundial.
Para la ocasión me he decantado por un título que ha publicado en el mes de mayo Norma editorial que se llama Afrikakorps, Olivier Speltens se ocupa tanto del guion como del dibujo.
Olivier nació en Uccle (Bruselas) en 1971. Una de sus grandes pasiones desde su infancia ha sido la Segunda Guerra Mundial y la aviación, y desde siempre soñó con ilustrar una historia sobre este período. Cuenta con un estilo realista, que hace referencia en muchos casos a autores como Marini, Guarnido, Gibrat, Moebius... y por supuesto a Romain Hugault. Con El ejército en la sombra, publicado también por Norma, es reconocido por el gran público y los historiadores como un referente y riguroso reconstructor del Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial.
Con Afrikakorps ha querido ahora hacer un relato en tres volúmenes de la guerra en el norte de África, de 1941 a 1943. En España ha salido todo recopilado en un integral de 150 páginas.
Cada uno de los volúmenes o de las partes, nos hará seguir las acciones del teniente Joachim Von Richter junto a su tripulación asignados a forma parte del Afrika korps, la fuerza terrestre alemana que, a las órdenes del comandante Rommel, sembrará el terror en el norte de África durante la II Guerra Mundial. A bordo de un Panzer, Joachim y sus hombres participarán en los episodios más comprometidos de una ofensiva librada a sangre y fuego.
Ciertamente decir AfrikaKorps es algo muy evocador. Nos traslada a un espacio bélico único en el que podemos atisbar las grandes caravanas de vehículos y tanques cruzando desiertos, colinas, oasis, pequeñas poblaciones en medio de la nada y grandes espacios en los que podían tener grandes confrontaciones de tanques sin absolutamente ningún obstáculo. Un teatro de guerra en que es posible desarrollar grandes estrategias de movimientos, flanqueos, emboscadas, carreras desesperadas por alcanzar objetivos e infiernos de más de cincuenta grados…Lo cual es una imagen bastante estereotipada y alejada en muchos casos de la realidad.
Hablar del AfrikaKorps también nos trae a la mente a uno de los iconos del conflicto como es el mariscal de campo Erwin Rommel. Recordamos claramente imágenes suyas con pose varonil, buena apariencia y unas gafas colgando de su cuello, presto a enfrentarse a una guerra en el desierto, pero de forma limpia y bajo los cánones clásicos.
Esta imagen, que podemos muchas veces tener producida principalmente por el cine, está bastante alejada de la realidad. El desierto fue una pesadilla para todos los contendientes. Lejos de dejar que las respectivas flotas de tanques vagaran libremente, el desierto los encadenó irresistiblemente a sus líneas de suministro, y un solo convoy de suministro fallido o una columna perdida de camiones podría detener una ofensiva completa en seco. Contrariamente a la supuesta movilidad de la guerra en el desierto, ambos bandos pasarían mucho más tiempo en posiciones defensivas estáticas, a menudo bastante elaboradas, que lanzando cargas de tanques.
También el relato y la cronología esta tratada con rigor: nos ofrece una visión prácticamente global de la campaña que ocupo desde 1941 a 1943. No sería la segunda batalla del Alamein la que acabaría con el ejército alemán, pero sí la que marcaría la retirada y debacle del mismo en su intervención en África. Los últimos meses de campaña nos lo explica el autor con un epilogo al final de la obra para de esta forma cerrar la historia para el lector.
Por otro lado, el lector va a poder disfrutar de casi todos los episodios importantes de la campaña. La operación Battleaxe, La batalla de Tobruk u Operación Crusader, La Batalla del Alamein y mucho más. Todo acompañado de un dibujo increíble y detallista que a los coleccionistas o “frikis” de los uniformes va a poder disfrutar hasta el detalle.
Lo que sí es cierto, es que a este cómic le ocurre algo habitual que suele pasar con muchos títulos que trascurren en la II Guerra Mundial. Es usual que este tipo de obras en muchos momentos nos puedan parecer más un documental llevado a la viñeta que un cómic donde lo que prime más sea la trama y los personajes. El protagonista y su tripulación son un mero pretexto para mostrarnos únicamente lo que el autor quiere realmente hacer, que es básicamente reflejar la campaña de África.
Ello nos lleva a que la profundidad de los personajes, sus historias personales y la empatía que podemos generar con ellos son de intensidad baja. El esfuerzo de Olivier no está puesto en esos aspectos, lo ha volcado todo en el escenario y en otorgarnos grandes y pequeñas imágenes de la guerra con su cámara al hombro. Se nota que el autor disfruta con ello y que no quiere pararse mucho en la psicología de los tripulantes más allá de alguna pinceladita bastante básica.
Con este último comentario quiero hacer ver que el cómic está muy claramente dirigido a un nicho de mercado muy concreto que suelen buscar este tipo de obras más de carácter cuasi ensayístico de corte histórico. Que conste, que a mí me gustan por la riqueza de sus imágenes y en muchos casos la espectacularidad de las escenas de guerra. Pero no me atrevería, por ejemplo, a dársela a algunos de mis compañeros de la Buhardilla de Venger.
Creo que esta breve reseña podrá orientaros para decidir si apostáis por ella o no. Por mi parte, fue una buena lectura para esta semana y su efeméride.
Si os apetece un ratito de historia y escuchar sobre el Desembarco de Normandía os recomiendo escuchar nuestro podcast del Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa en el que hemos realizado un programa especial dedicado al desembarco en las playas de Gold, Juno y Sword de las tropas británicas y canadienses. Este es el enlace podéis escucharlo.