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Los creadores valencianos Cristina Durán y Miguel Ángel Giner llevan décadas ilustrando cómics. Han firmado un sinfín de novelas gráficas, la última sobre el accidente de metro más grave de España, el ocurrido en Valencia el 3 de julio de 2006, donde 43 personas perdieron la vida y otras 47 resultaron heridas. En El día 3, título del libro editado por Astiberri, ambos dibujantes plasman la tragedia y la incansable lucha de los familiares de las víctimas por que este amargo episodio no quedara impune. 

La portada del libro es la estación de metro de Jesús, en la capital valenciana, testigo del descarrilamiento de un vagón de la Línea 1 del suburbano y en el interior, 200 páginas de viñetas firmadas por Giner y Durán a partir de un guión de la periodista Laura Ballester, que siguió minuciosamente el suceso durante una década. El cómic es un homenaje a unas familias que no desfallecieron en la búsqueda de la verdad.

A Miguel Ángel le hizo falta leer solo cinco páginas del libro Luchando contra el olvido. El largo trayecto de las víctimas del metro de Valencia (Sembra Llibres, 2015), donde la periodista valenciana reconstruye e investiga el suceso, para decidir que lo adaptaría al cómic. El padre de una de las víctimas, a la que el ilustrador conoció, fue el punto de partida de la historia pero los protagonistas de El día 3, que se editará en castellano y valenciano, son una familia ficticia, lo único inventado del libro, que sirve de hilo conductor para explicar esta tragedia.

El tándem creador de Una posibilidad entre mil y La máquina de Efrén explica, viñeta tras viñeta, la desolación de los familiares de las víctimas los años siguientes al siniestro; cómo la Administración autonómica [entonces en manos del PP] intentó echar tierra sobre el accidente, el archivo judicial del caso pese a la existencia de multitud de interrogantes sin respuesta. Años de olvido, de concentraciones casi en solitario de la asociación de familiares AV3J el tercer día de cada mes para pedir justicia. Luego llegó el programa Salvados, de Jordi Évole, que rescató el caso y lo resucitó para la actualidad, las concentraciones multitudinarias, la reapertura judicial del accidente, la rectificación y disculpas del nuevo Gobierno valenciano a los afectados, y el fin de las manifestaciones cada día 3. Fue una década de cruda lucha.

La tarea de los ilustradores ha sido ingente hasta poder plasmar una equilibrada combinación de hechos y sentimientos. Se zambulleron en el exhaustivo trabajo de Ballester y aprendieron de trenes, de infraestructuras, de pruebas judiciales. Recurrieron a otros trabajos sobre el accidente; los de la productora Barret Films, los de la web 0 responsables y el documental La estrategia del silencio, así como al asesoramiento de la Asociación de Víctimas del Metro 3 de julio. “Al principio fue un poco costoso entenderlo todo, había muchos frentes. Pero nos empapamos de información para entender qué pasó, por qué luchaban los supervivientes y los familiares”, agrega Cristina Durán. “Lo más difícil es la parte de las víctimas, la de decidir qué enseñar y qué no. Al final decidimos no ser explícitos en la escenas más duras por respeto a las víctimas”, continúa la ilustradora valenciana.

Miguel Ángel Giner tiene claro que el punto fuerte de este cómic es la defensa del activismo, de una sociedad que necesita ponerse las pilas para que no la engañen ni la manipulen como se intentó con el accidente de metro de Valencia. O con otros casos igualmente polémicos como el del Alvia o el Yak-42. Hay mucho escrito y filmado sobre el vuelco del convoy a su entrada en la estación valenciana de Jesús pero el episodio “aun duele e indigna y cuantos más medios pongamos para darlo a conocer, mejor. No queremos que se repita”, apostilla el historietista.

El día 3 es otro cómic para la reivindicación. Todas las artes han vivido sus etapas de lucha, de denuncia, de reivindicación… Y el cómic también lo tiene, “ha salido del gueto”, opina Giner. “Antes era un arte más reducido y minoritario y gracias a historias como Arrugas, de Paco Roca, o Maus, de Spiegelman, se ha extendido”, añade. Durán valora que se hable del cómic como de narrativa o poesía. “Por suerte, las cosas han cambiado”.

Laura Ballester, periodista del rotativo valenciano Levante-EMV y coguionista del cómic, recuerda cómo conoció a Miguel Ángel y Cristina: Vinieron a una presentación del libro que hicimos en Benetússer [Valencia] y quedaron tan impactados que salieron de aquella charla con la idea clara de que el libro Luchando contra el olvido podia convertirse en un cómic".

Una semanas después los dos ilustradores valencianos le hicieron una propuesta a Laura. "Me sorprendió porque se trata de un tema árido, por las cuestiones técnicas que entraña, y delicado pero no tuve la menor duda. Acepté enseguida, incluso antes de leer su libro Una posibilidad entre mil ,  que me dejó impactada.", añade la periodista.

Según Ballester, las posibilidades del cómic para adultos sobre temas de concienciación social son infinitas y muy potentes para hacer llegar historias o mensajes a todo tipo de públicos. "En el caso concreto del accidente de metro de Valencia, la novela gráfica puede hacer llegar a un público diferente este capítulo de la democracia valenciana tan lamentable y pésimamente gestionado", concluye.

La editorial Astiberri, una de las editoriales dedicadas al cómic, lanza El día 3 el próximo 8 de febrero.

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