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Desde que, en 2005, el Louvre lanzase su propia colección de cómics inspirados en el arte, han sido muchos los grandes museos que se han sumado a esta interesante iniciativa, como el Prado, el Museo de Orsay, el Thyssen-Bornemisza… La editorial Norma acaba de lanzar dos nuevos títulos: Gótico, de Jorge Carrión y Sagar Fornies, en colaboración con el Museu Nacional d’Art de Catalunya, y El síndrome de Stendhal, de Aurelie Herroy y Sagar, publicado por el Centre Pompidou, en 2017, para celebrar su cuarenta aniversario.

Como vemos ambos comparten el mismo dibujante, Sagar Fornies (Huesca, 1974), que se muestra encantado de que los museos estén tan volcados con el cómic: “Usar el cómic como herramienta de promoción es lo más natural del mundo. Es un arma de difusión genial. Y que los museos hayan descubierto y ahora estén tan interesados en usar esto como hilo conductor con el lector/ visitante es maravilloso”.

'Gótico'
Gótico es una original novela gráfica vuelve a unir a Sagar con Jorge Carrión (Tarragona, 1976), que ya nos deslumbraron con esa gran obra de periodismo gráfico que es: Barcelona. Los vagabundos de la chatarra (Norma).

Jorge nos comenta cómo surgió este cómic: “Nos llamaron Pepe Serra (director del Museu Nacional) y Lluís Alabern (jefe de mediación y programación cultural) porque habían leído Barcelona. Los vagabundos de la chatarra y querían hacer un cómic sobre la colección gótica, menos conocida que la románica. Creo que se imaginaban que haríamos un tebeo en clave de crónica, o incluso didáctico, pero por suerte nos dieron libertad. Uno sabe dónde empieza un proyecto, pero no dónde acabará. Al final hemos hecho un ensayo gráfico”.
¿Qué es un museo?

Un ensayo gráfico espectacular sobre cómo el dibujo y la pintura medievales muestran la transición entre el teocentrismo y el humanismo. Y que intenta responder otras preguntas sobre el arte: “Hay muchas colecciones en el MNAC -asegura Jorge-. Nosotros nos centramos en la de arte gótico, pero la enmarcamos en la cronología del arte (en las primeras páginas hablamos del románico) y, sobre todo, en esa máquina de generar contextos y lecturas que es todo museo. El gótico es un hilo conductor para abordar la pregunta de qué diablos es un museo”.

Sobre el Museu Nacional d’Art, Sagar destaca que: “Es el mejor museo de Cataluña con diferencia, y claro, poder trabajar el gótico me daba la oportunidad de acercarme a la gran desconocida del museo. Antes, mucho antes de empezar el libro, ya era muy fan del bestiario que albergan los retablos que hay en las salas. Imagina pues, donde me lo pase mejor”.

“Obviamente destacar, destaco la colección de pintura modernista, creo que es de las mejores del mundo. Y si, realicé algunos bocetos in situ... Pero, sobre todo con anterioridad al proyecto” –asegura el dibujante-.

El retablo gótico: ¿El primer cómic?

Preguntamos a Jorge Carrión si el retablo gótico sería el primer artefacto narrativo en viñetas de la historia y por lo tanto un claro precursor del cómic. “Podría serlo. Obviamente hay narraciones secuenciales previas. Pero un retablo gótico es lo más parecido a una página de cómic que encontramos antes de la modernidad”.

Una de las cosas más curiosas que descubrieron durante su estudio de la colección de arte gótico es que en aquella época ya había fans, trolls y haters. “Tanto a Francesc Torres, que trabajaba en el MNAC en un proyecto paralelo, como a nosotros nos llamó mucho la atención la presencia de rostros tachados, rostros de judíos –asegura Jorge-. Hay que imaginar al gamberro o hater de la época que, después de escuchar el sermón, entendía que aquellos eran los que habían matado a Cristo y los atacaban”.

“Ese fue siempre el objetivo último del arte: que el espectador o el lector lo lleve al ámbito de lo real. Qué lástima que los ejemplos de odio sean más numerosos y evidentes que los de amor. O no: por eso dedicamos tantas páginas del cómic al amor de la Virgen y su hijo -asegura Jorge-.

Cuadros que les impactaron

Preguntamos a guionista y dibujante cuáles de las obras del museo les impactaron más. "Descenso de Cristo al Limbo, de Bermejo –asegura Jorge-. A Sagar y a mí nos gustó tanto ese bestiario, ese Satán melancólico, ese Más Allá estrambótico, que decidimos imaginar una historia de la monstruosidad que condujera desde ese cuadro hasta hoy, desde el Demonio hasta Dexter, pasando por seres de los últimos siglos, incluidos Moby Dick o Alien”.

Al recrear los cuadros, Sagar nos comenta que sintió: “Una mezcla de respeto y sorpresa. Primero por la importancia que tienen; y después de entender los cuadros, gracias a las visitas guiadas que nos dieron en el museo, era como dejar de dibujar a ciegas. O sea pasaba a dibujar entendiendo la historia que había detrás de cada retablo, lo que amplificaba ese respeto”.

Destacar el despliegue gráico de Sagar. Cada página, cada viñeta, es totalmente distinta a las demás, usando diferentes técnicas y estilos que convierte a este cómic en una obra de arte en sí mismo. “Cada idea de Jordi era muy diferente, y cada una requería algo distinto -confiesa el dibujante-. Viéndolo en su conjunto, es algo que genera ritmo a la lectura del libro. De ser todo igual seguramente hubiera sido algo más monotonía la lectura”.

Ambos están tan contentos con el resultado que Jorge nos avanza que: “Vamos a convertir Gótico en un capítulo de una novela gráfica de no ficción o ensayo visual extenso: El Museo. Después del verano seguiremos trabajando en ello”.

'El síndrome de Stendhal' celebra los 40 años del Pompidou


La casualidad ha querido que la publicación de este cómic coincida con la de El síndrome de Stendhal, que también dibuja Sagar (con guión de Aurelie Herrou) y que el Centre Pompidou de París publicó en 2017 para celebrar su 40 aniversario.

Dos cómics que son completamente distintos, como nos comenta Sagar: “Allí estan los intereses de los guionistas. Mientras Jordi intenta acercarse de forma rigurosa al ensayo y la no ficción. Y ahí yo intente simplemente respetar sus ideas. Con Aurelie, que apostaba claramente por la reflexión sobre arte desde la ficción y desde un punto de vista mucho más cómico, el trabajo fue mucho más orgánico; y pude aportar mucho más desde el punto de vista de la narración y el comic puro y duro”.

“En Gótico –continúa el dibujante- intenté acercarme a las obras y espacios de la colección con todo el respeto… Además de adaptarme a aquellos lenguajes, que me proponía Jordi. En el de Stendhal, siempre intente ser yo, ya que era el punto en común que podían tener todas esas obras de arte tan diferentes que podía plasmar. Sí que es verdad que tengo mis autores de comic de referencia, pero vamos igual que cualquier otro dibujante de comics del mundo”.

Sagar nos comenta de qué va este cómic: “El protagonista es Fred, un chico sin empleo que consigue trabajo como vigilante en los pasillos del museo Georges Pompidou de Paris. Y lo acepta un poco a desgana, pues no tiene ningún interés por el arte. Pero empieza a interactuar con las obras de arte del museo al sufrir diferentes síntomas del Síndrome de Stendhal. Ya se sabe una sensación de sobrecogimiento ante la belleza que puede alterar al espectador de forma física. Esto hace que Fred genere sus propias reflexiones sobre el arte contemporáneo desde una perspectiva de alguien que lo ignora. Todo esto visto desde un punto de vista de comedia”.

¿Qué es el síndrome de Stendhal?


Ese síndrome de Stendhal, que sufre el protagonista, es una enfermedad psicosomática que causa un elevado ritmo cardíaco, vértigo, confusión, temblor, palpitaciones, depresiones e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a obras de arte.

Preguntamos a Sagar si alguna vez ha sufrido ese síndrome: “Bueno he sentido euforia en algunas exposiciones que he podido ver a lo largo de los años. Recuerdo en el MACBA ver una de William Kentdridge que lo convirtió en mi artista favorito durante muchos años. Otras de Bacon, Freud, Sorolla o Hopper han sido de lo más alucinante que recuerdo. O el museo de Orsay así a lo bruto. Me pasaría días sin salir de allí. Y en otro orden de exposiciones, sí que he podido tener sensaciones más difíciles de describir con cuadros de Rotkho, Cy Twombly, Barnett Newman o Clyfford Still, etc...”

En cuanto al Centre Pompidou, Sagar nos comenta que: “Tienes dos plantas claramente diferenciadas, igual que el MoMa. En esa planta de hits están Bacon, Magritte, Dubuffet... No se hay demasiados. En la planta de abajo (si mal no recuerdo) me gustó la sala del artista alemán Joseph Beuys. Esa planta era una clara representante de lo que estudié en la carrera, y había ahí mucho trauma por metro cuadrado. Je, je...”.

Sin embargo, Sagar no pudo tomar bocetos in situ para el cómic. “La distancia me lo impidió, ya que sólo pude hacer una visita y preferí tomar fotografías para documentarme y, sobre todo, entender la geografía del edificio. Si tenía algún boceto del exterior, también anterior a mi incorporación al proyecto”.

En cuanto a sus futuros proyectos, Sagar nos comenta que: “Ahora mismo, además de seguir con El museo, como Comenta Jordi, estamos intentando dar salida a otro proyecto con Aurelie, pero esta vez con otra temática. Mi idea es seguir haciendo comics en Francia. Estoy aprendiendo mucho trabajando para las editoriales de allí. En septiembre publico allí una novela gráfica escrita por Pedro Riera, sobre la primavera árabe. Está construida a partir de entrevistas a una chica Yemení, exiliada en Jordania”.

Dos cómics muy especiales que abordan del mundo del arte de formas tan distintas como interesantes.

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