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Los años 70 y 80 siguen siendo la edad de oro del cómic español por la cantidad de publicaciones que se lanzaban cada mes, porque los tebeos se consideraban cultura y por los innumerables autores que triunfaban tanto en España como fuera. Pero actualmente la gran mayoría han caído en el olvido.  Es el caso de Rafael Aura León (Barcelona, 1936-1993), un gran artista que triunfó en Estados Unidos, con sus cómics de terror para las revistas de Warren, pero al que, actualmente, hemos olvidado. Por eso celebramos la publicación de su primer álbum recopilatorio, Caos (Isla de Nabumbu).

Javier Alcázar, coordinador de la edición nos cuenta quién fue este gran artista: "Rafael Aura León fue un dibujante español que trabajó exclusivamente para Selecciones Ilustradas (SI), una agencia creada y dirigida por Josep Toutain que proveía de historietas e ilustraciones a editores de todo el mundo. Aunque como el resto de sus compañeros trabajó en varios géneros, Auraleón (que ese era su nombre artístico) destacó sobre todo en la década de los setenta en el horror, siendo muy aplaudidas sus creaciones para las revistas de Warren Publishing (las hoy míticas Creepy, Eerie y Vampirella)".

Un éxito internacional que, sin embargo, no le sirvió para que su trabajo fuera recopilado en álbumes, como se solía hacer en los 80. Por eso destacamos que este sea su primer recopilatorio. "Esa es una circunstancia que no sé responder -asegura-. Entre las varias características que diferenciaban a Auraleón del resto de sus coetáneos (ya hemos mencionado que trabajó solo para SI, cosa rarísima en el mundillo; pero además se dedicó solo al dibujo, prácticamente sólo dibujó en blanco y negro y, a pesar de ser uno de los autores que más producción destinó a Warren (junto con José Ortiz y Luis Bermejo), Toutain nunca recopiló sus historietas como sí hizo con otros, incluso con algunos recién llegados. Después nadie se ha acordado de él, quizás porque dejó el mundo de la historieta a mediados de los ochenta y falleció a principios de los noventa".

Un autor a reivindicar

En España no tenemos memoria para casi nada, algo que también se cumple en la historieta, como nos recuerda Javier: "Existe toda una generación de autores españoles que es necesario reivindicar. Fueron esforzados obreros del lápiz que tienen a sus espaldas miles de páginas producidas para el mercado nacional y extranjero, y entre ellos hay algunos de muy alta calidad como Auraleón. Su arte en el dibujo puede ser comparable al de otros dibujantes españoles que sí han conseguido atención de los lectores actuales, y pienso que esos lectores merecen conocer a un autor desgraciadamente olvidado".

Pero... ¿por qué han escogido la serie Caos para reivindicar a Auraleón. "Había varias opciones por las que decantarse -afirma Javier-. En un principio, por cuestión de derechos eludimos su obra más voluminosa, la dedicada a las revistas de Warren. Y de entre el material restante, lo más atractivo era el conjunto de historietas que se había publicado en la revista de Toutain 1984".

"Además -añade-, eran excepcionales en cuanto que aquí Auraleón hizo de autor completo, encargándose también del guión. Aunque tenían una temática similar (ciencia ficción distópica) nunca se había agrupado como serie en sí ni había disfrutado de ningún título genérico. Caos es el nombre de una de las historietas que la componen, y pensamos que era un título ideal para el libro recopilatorio" (la serie nunca tuvo nombre).

Un autor al que le gustaba experimentar

Auraleón era uno de esos autores que nunca dejó de experimentar, por eso, las historias recogidas en este número son tan diferentes en cuanto a técnicas y composiciones. "Pienso que Toutain dio libertad total al autor -afirma Javier-, y eso se nota en la forma de dibujar (usando técnicas mixtas a su antojo-que han sido una pesadilla a la hora de restaurarlas, lo que hace que el mérito de nuestro artista restaurador, Antonio Moreno, sea aún mayor-) y en los guiones (donde mezcla el fatalismo propio de su obra previa con notas de humor absurdo)".

"Esa mezcla de pesimismo casi connatural al autor, con historias donde los finales son poco esperanzadores, rostros melancólicos y tristes, personajes desesperados o infelices, y un humor absurdo, a veces hasta soez, puede descolocar al lector no avisado -asegura Javier-. Y además todo ello enmarcado con un dibujo clasicista que también se permite la experimentación y la influencia de múltiples corrientes de la época".

"Hay que entender a Auraleón como un autor fruto de una generación -añade-. Aunque llegó a desarrollar con el tiempo un estilo perfectamente reconocible, su estilo se puede entender como realista o naturalista. Yo mantengo que además existe un filtro pesimista que inunda toda su obra y que puede que sea fruto de su propio estado mental. Es decir, existe una unión más que estilística entre la obra y el autor, independientemente de quién fuera el guionista. Además Auraleón solía dibujar a mujeres muy bellas (partiendo de modelos fotográficos), motivo por el que le encargaron series con protagonista femenina como Pantha o Cassandra St. Knight. ¡Tampoco eso lo encontraremos en Caos, donde es casi total la ausencia de mujeres!"

Cambió el terror por la ciencia ficción

En cuanto a las historias del cómic: "Como ya he comentado antes, son historias de ciencia ficción con ambiente distópico y pesimista -afirma Javier-. A veces introspectivas, otras simbólicas, otras sólamente divertimentos absurdos. Como comento en el prólogo del libro, en esta época se podían rastrear múltiples influencias de otros autores de la época: Moebius, Bilal... aunque yo destacaría la estructura de página y decorativa de Sergio Toppi y algunos aspectos de la obra personal de su amigo Josep María Beà.

Sorprende que Auraleón se alejase del género del terror, con el que había triunfado tantos años, para abrazar la ciencia ficción. "Esa cuestión me temo que también quedará en el aire porque nadie de los que podría contestarla sigue entre nosotros -nos cuenta Javier-. Imagino que Toutain encajó a Auraleón en la revista que disponía de espacio para material nuevo, y como esa revista publicaba material de ciencia ficción no hubo otra opción. O quizás Auraléon quedó hastiado de tanto dibujar monstruos y le pidió a Toutain un cambio de aires. Lo que parece que queda claro es que debía existir una buena relación entre ambos, lo cual hace todavía más extraño que el editor nunca recopilara al menos parte de su obra en libro".

Las historias recogidas en el álbum son muy cortas y suelen tener un final sorprendente e inesperado, como se acostumbraba a hacer en  la ciencia ficción de la época. Preguntamos a Javier cuáles destacaría: "Aquí ya entra el gusto personal de cada uno. Yo me quedaría con la historieta que da título al libro, Caos, porque está muy bien estructurada, muy bien dibujada (todavía usaba los fondos con lápiz graso) y tiene un final inesperado (y, como no podía ser de otra forma, desasosegante y poco esperanzador). La otra que escojo es Él, porque recuerda a las historietas de horror de Auraleón ¡aunque luego sea otra cosa!"

"En España tenemos poca memoria"

¿Es posible que el éxito internacional de Auraleón le haya perjudicado a la hora de ser recordado en España? "En España tenemos poca memoria en general, y cuando se trata del cómic, amnesia casi total -destaca Javier-. Creo que Auraleón se ha visto perjudicado sobre todo porque no ha estado presenta para reclamarse a sí mismo. Antes de morir ya se le había olvidado (no se dedicó a otras artes como hizo el resto de compañeros que abandonaron el cómic), y su trágica muerte no ayudó nada. De su última etapa y de su fallecimiento son muy pocos los que quieren hablar, y eso hace aumentar más el halo de misterio que envuelve toda su vida".

"En cambio, en el mercado anglosajón es muy conocido -añade-. De sus originales para Toutain nada se sabe, pero las páginas originales de Warren alcanzan precios muy altos (si es que están a la venta) y existe al menos un recopilatorio de una serie en la que participó Auraléon, Pantha".

Tras la excelente edición de Caos, preguntamos a Javier qué otros materiales recuperaría de Auraleón: "Creamos el sello editorial Isla de Nabumbu precisamente para recuperar la obra de este autor, y hasta hemos fantaseado con un "Proyecto Auraleón" en el que intentaremos recopilar la mayor parte de su obra. Dentro de este proyecto el primer libro sería este Caos, el segundo la serie Viaje al infierno que se publicó en Creepy con guiones de Carlos Echevarría, y el tercero (y más goloso) un libro biográfico lujoso con bastante material poco visto y hasta cosas inéditas que harán las delicias de los coleccionistas. Pero para afrontar cada uno de estos proyectos es necesario haber amortizado el anterior, por lo que es fundamental el apoyo de los lectores".

Pero no son los únicos cómics que le gustaría recuperar a Javier: "Aunque Isla de Nabumbu nace como sello para recuperar a Auraléon, y es una editorial pequeñita (hasta ahora formada por dos personas, Antonio Moreno y yo mismo, aunque con la siempre agradecida colaboración de la Asociación Cultural Tebeosfera), me gustaría hacer muchas cosas y abrir muchos frentes. Recuperar más autores españoles, no solo de la generación de Auraléon sino incluso autores más modernos que tienen obra dispersas, crear una línea de cómic infantil, quizás hasta una revista periódica, introducir también a Isla de Nabumbu en el mercado del libro... Hay muchas ideas pero ya veremos cuáles son factibles y cuáles pura fantasía".

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