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Después de su excelente adaptación de La sombra del águila, el dibujante Rubén del Rincón pidió a Arturo Pérez Reverte que le dejase llevar al cómic la juventud de Alatriste, pero el escritor estaba muy decepcionado con la película y la serie de televisión y propuso al dibujante que, mejor, crease aventuras nuevas de otro de sus personajes: Max Costa, el bailarín (y ladrón) protagonista de la novela El tango de la guardia vieja. Rubén contactó con el guionista Salva Rubio y ambos han narrado los orígenes de Max en el espectacular Max: Los años 20 (Planeta Cómic).

“La novela me la regaló el propio Arturo mientras paseábamos por Madrid –asegura Rubén del Rincón- La compró junto con otra que acababa de salir, El francotirador paciente, y al leérmelo me di cuenta de que podíamos hacer una serie. Pero no quería hacerme cargo del guion y se lo propuse a Salva Rubio”.

La novela comienza en la Barcelona de 1921 y cuenta la juventud de Max, un joven bailarín que sueña con una vida de lujo. Una vida que solo podrá conseguir si se dedica al crimen.

“Arturo nos dio libertad total –añade Salva- y nosotros tomamos un par de ideas de la novela que nos llamaron la atención, para recrear la juventud del personaje. Primero, lo que se decía sobre que Max tenía que huir de Barcelona porque creía que había matado a un hombre, aunque en realidad no lo había hecho. Y en otra parte del libro se apuntaba que Max había estado en Marruecos y había participado en el desastre de Annual. A partir de ahí ideamos una trama que comienza en la Barcelona de los años 20, continúa en Marruecos y nos llevará a París”.


"Nuestro Max está por hacer"

En cuanto al personaje protagonista, Salva no comenta que: “Nuestro Max está por hacer. El de la novela es un tipo experimentado, con aplomo y seguridad, con recursos, que sabe caer bien a la gente. Y nosotros necesitábamos un chico de barrio que no hubiera salido nunca de Barcelona, que tuviera objetivos y sueños, pero ni medios, ni sabiduría, ni picardía para conseguirlos. Por eso es una historia de iniciación”.

El primer paso era dar con el aspecto físico del personaje, como nos cuenta Rubén: “Fue muy complicado. Tuve que hacer varios intentos. Tenía una idea muy clara de su estructura. Quería que en el porte se pareciese al actor James Gardner (La gran evasión), pero que fuese un poco más guapo. A partir de esa premisa hice pruebas, con distintos tipos de peinado, hasta que di con él. Lo que siempre intento es que si pones su silueta en negro y de perfil, el personaje se reconozca. Por eso está peinado hacia atrás, pero con una especie de ondulado que, junto con el perfil de la nariz, le da ese aire de seductor y de caballero que buscábamos”.


El que sea bailarín es fundamental para el personaje, como nos comenta Salva: “Eso le da una elegancia que le viene muy bien para esa parte de seductor del personaje. Bailar también es una forma muy fácil de que las mujeres se acerquen a él. Y además tiene un cuerpo siempre entrenado y con mucha agilidad, lo que viene muy bien para esa idea de que es un poquito superhéroe, un poco Fantômas, ya que se mueve rápido y sigilosamente”.

Algo en lo que coincide Rubén: “Como mi estilo de dibujo se apoya mucho en el movimiento, el que Max sea bailarín me da mucho juego. Es muy estético, dinámico y simplemente por los perfiles se entiendo todo. Y, cómo comprobaremos, ser bailarín le viene estupendamente para poder robar, porque tiene agilidad, equilibrio y otra serie de habilidades que le favorecen mucho a la hora de dar un golpe”.

Por la portada, podría parecer que el personaje también tiene algo de James Bond. “Si, puede parecerlo –asegura Salva-, pero Max es muy joven, por lo que mantiene la inocencia, está todavía por hacer, no tiene la crueldad y la indiferencia que tiene James Bond. Creo que lo que define a Max es que tiene corazón, incluso a pesar de sí mismo, ya que le gustaría parecer más frío y cruel, pero tiene más corazón de lo que piensa”.

“Intentamos –añade Rubén- que esa portada pareciese un anuncio de Brummel (colonia)y que Max saliera como del negro, como de la oscuridad. Porque el personaje se revela en este primer número. También tiene un aspecto muy atractivo, como de afiche de época”.


Barcelona, Marruecos, la Costa Azul y París

Las aventuras de Max le llevarán desde la violenta Barcelona de los años 20 a París, pasando por Marruecos o la Costa azul. “El padre de Max era un asturiano emigrado a Buenos Aires que volvió a Barcelona para morir –asegura Salva- . Y nos gustaba la idea de esa Barcelona canalla de los años 20, de los atentados anarquistas, de la policía corrupta, los barrios bajos…”

Huyendo de Barcelona, Max se alistará en la Legión y vivirá el desastre de Annual, un episodio fundamental en la historia de España del que se habla muy poco. Salva comenta que: “Nos pareció interesante que Max fuera un soldado más, por lo que creamos un cuerpo de la Legión y lo mandamos a Marruecos. Allí entrenará y madurará, como antiguamente se hacía en la mili y las cosas se complicarán hasta que solo logrará sobrevivir de puro milagro”.


Después, las aventuras de Max le llevarán hasta la mismísima tumba de Napoleón, en Los Inválidos, donde transcurre el clímax del cómic. “Nos hemos propuesto que en cada uno de los álbumes Max de un golpe, en la primera historia de este cómic robará un rubí salido de la tumba de Tutankamón y para la segunda quería algo especial. Lo de meterse en el Louvre ya lo hemos visto un montón de veces, por lo que investigue y descubrí el misterio que hay sobre la tumba de Napoleón y sobre si su cuerpo está realmente enterrado allí”.

“Estuvimos en París e intentamos que nos dejarán entrar gratis en la tumba con la excusa de que estábamos haciendo el cómic, pero no coló – confiesa Rubén- Así que pagamos nuestra entrada e intentamos imaginar cómo podría entrarse en el edificio por arriba. A mí me encanta saltar, me muevo mucho, e incluso hacía parkour en mi juventud cuando todavía no se llamaba así. Gracias a eso se me ocurrió la forma en que Max podía subir por la cámara. Y eso me sirvió también para dibujarlo”


“Queríamos romperle el corazón por primera vez”

En cuanto a su relación con las mujeres, Salva asegura: “El personaje está íntimamente ligado a las mujeres porque es un seductor, un galán que en sus peores momentos ha vivido de las mujeres aprovechándose de ellas. Por eso nos pareció interesante crear una especie de educación emocional para el personaje. Empieza siendo un chico que cree que lo ha vivido todo porque ha tenido mucho sexo pero en realidad no se ha enamorado nunca. Y queríamos romperle el corazón por primera vez”.

Rubén añade que: “Su relación con las mujeres es distante en lo emocional y muy cercana en lo físico. Es un tipo que tiene muy claro lo que busca. A algunas las usa por el placer y a otras para conseguir lo que desea. No busca una mujer sino un estatus y usa a las que le pueden ayudar a conseguirlo. Es un personaje de otra época. Aunque dentro de los personajes de Arturo, creo que es un personaje bastante moral, con sus escrúpulos y que aunque use a las mujeres siempre intenta hacerlo de una forma elegante. No es como su otro personaje de Falcó, que sería el reverso violento de este”.


Una excelente documentación

Destacar la documentación de guionista y dibujante. “Yo soy historiador –confiesa Salva- y es la parte con la que mejor me lo paso, investigando. Cualquier excusa me sirve. Si puedo sacarle con Hemingway o Napoleón es un gusto”.

“Nos pasamos muchísimas fotografías de la época –añade Rubén-. Pero muy pocas veces utilizo una foto como referencia para los fondos de una viñeta, sino que suelo combinar varias. Uso un edificio de aquí, una calle de allí, lo cambio de ángulo, juego con la construcción de los ambientes… creo algo totalmente nuevo, porque es una cosa que me divierte”.

En cuanto a sí han usado alguna película, Rubén asegura que: “Hemos visto alguna para tenerlas presentes en la memoria y recordar esas sensaciones que nos han producido. Verlas sí, pero utilizarlas no. Por ejemplo, hemos visto Bob le Flambeur (Jean-Pierre Melville, 1956)”.


Rubén añade que: “Ha sido muy divertido dibujar escenarios tan interesantes y tan variados. Primero la Barcelona de los años veinte con la lucha obrera, los anarquistas contra la patronal, la guerra sucia patronal… Es como la novela La verdad sobre el Caso Savolta, de Eduardo Mendoza, y su película (Antonio Drove, 1979), que también vi cuando dibujaba a Max, porque describen muy bien esa guerra civil que hubo en Barcelona. París ya lo había dibujado para el cómic de  Los tres mosqueteros y la guerra del Rif ha sido lo más complicado porque me gusta que la ambientación sea rica y ahí casi todo era desierto. Intenté buscar cosas más rocosas, buscar los campamentos, las fortalezas…”

En cuanto a sí habrá más aventuras de Max, Salva asegura que: “Dependerá de las ventas, pero nuestra intención es hacer una trilogía: Años 20, Años 30 y Años 40. Así veremos tres versiones del personaje en tres décadas distintas, con aventuras propias”.

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