En Pocahontas vemos, como suele ser habitual en el autor francés, una obra ambientada en la América del Norte del siglo XVII y XVIII, que le sirve a Prugne para lucirse con los paisajes y para recrearse con la caracterización de los personajes amerindios. 

En cuanto a la trama, sólo con leer el título del cómic la mayoría de la gente ya sabrá qué historia nos va a contar, aunque a veces las historias que más creemos conocer son las que más nos sorprenden, así que vamos a adentrarnos un poco en ella. 

En primer lugar y como siempre os dejamos la sinopsis que nos ofrece la propia editorial: 

1607: Tres barcos ingleses se acercan a Virginia y de ellos desembarcan un centenar de colonos que construyen el primer fuerte inglés en América, cerca del territorio de los indios powhatan. Pero en el conflicto latente entre los colonos y los nativos, solo una joven, Pocahontas, la hija del jefe indio, intentará acercar a los dos pueblos… ¡y se convertirá en leyenda! 

Su llegada a esta nueva tierra está marcada por conflictos con diferentes tribus nativas, como la de los Powhatan, que es la tribu de Pocahontas.  

Los Powhatan era una tribu americana perteneciente a una poderosa confederación de tribus que habitaban lo que hoy es el estado de Virginia. No eran belicosos y aceptaban la presencia de los extranjeros siempre que estuvieran de paso, pero unas expediciones españolas en el siglo XVI que intentaron quedarse en sus tierras fueron exterminadas por los Powhatan. 

Por episodios como estos, España finalmente decidió no reclamar para sí los territorios de  Virginia y Maryland y dejar que los ingleses intentaran hacerse con ellos. 

La historia de Pocahontas que se nos presenta es una historia verdadera, totalmente documentada en lo histórico. De hecho, el álbum sólo cuenta con un personaje ficticio: el narrador, el teniente Oliver Pitt, que se posiciona como testigo de la historia de la llegada de los colonos ingleses a las tierras de Virginia, en la costa este de América del Norte. 

La narración comienza en 1621, con una tentativa de tratado de paz entre tribus indias y colonos del fuerte Jamestown, y continúa con flashbacks sobre la llegada de los colonos, alternando el punto de vista de los indios y el de los colonos, bajo la forma de un diálogo entre Pamouic, el hijo del jefe Powhatan y el narrador, que se valoran mutuamente y confrontan sus recuerdos de los años de la instalación de la colonia. Sus intervenciones recuerdan constantemente el lugar central que Pocahontas ejercía sobre el destino de los colonos. El capitán Smith, joven aventurero, fogoso pero leal, encadenado antes de la llegada al nuevo mundo por el cruel y codicioso Capitán Wingfield, se enamora inmediatamente de Pocahontas, la hija del jefe Powhatan, una bella princesa india de temperamento intrépido.  

Después de un incidente entre los colonos y la tribu Powhatan, Smith y Pitt fueron hechos prisioneros. Pocahontas obtiene la gracia de su padre y los dos hombres pueden así descubrir libremente la vida y las costumbres de la tribu, hasta que nuevos incidentes les obligan a volver a su fuerte. Smith y Pocahontas se verán entonces obligados a tomar una decisión que cambiará para siempre sus vidas: la obligación de obedecer las reglas de sus mundos o la de obedecer a la fuerza de sus sentimientos. 

Evidentemente y a lo largo de todo el relato veremos cómo el autor nos muestra dos mundos muy diferentes, el de los nativos americanos y el de los colonos ingleses. Prugne se muestra bastante riguroso tanto a nivel de los hechos históricos como a nivel de recreación de escenarios en ambos mundos. Ropaje, armamento, construcciones, etc muestran un buen trabajo de reconstrucción de la época en la que transcurre la acción. 

Nos muestra además desde las primeras viñetas el trazo fino, la belleza de las acuarelas y la fuerza de los ambientes que destacan a este autor. Por algo se le considera un referente en la representación artística de los amerindios, reputación ganada a pulso con la publicación de  varias obras dedicadas a este período histórico. Una vez más, el dibujante propone un grafismo de un realismo sorprendente y ofrece paisajes grandiosos, sublimados por colores de una gran precisión. Esto es, en mi humilde opinión, lo mejor que tiene esta publicación. 

Como también es habitual en el autor el guión y la narración adolecen de algunos defectos. Es bastante acertado  que la narración transcurra alrededor de la discusión entre Pamuik, hermano de Pocahontas, y el teniente Oliver Pitt. Pero la historia sigue siendo demasiado previsible, sin verdaderas sorpresas y, en el fondo, demasiado larga para acabar contando tan poco.  

Incluso quizás a nivel histórico hay alguna cosa que nos chirría: El convertir a John Smith y a Pocahontas en amantes nos puede chocar bastante debido a la diferencia de edad existente entre ambos personajes. En esto ha seguido mucho más la línea marcada por Disney, y por lo tanto la más conocida, que la realidad histórica. Su relación se presenta como una historia de amor y no una simple complicidad, a pesar de que Pocahontas contaba con 13 años de edad solamente cuando transcurre nuestra historia. 

Hay que tener en cuenta que esta historia ha trascendido por los escritos que nos deja el propio Capitán John Smith. Aunque lo que cuenta se pone bastante en duda y debemos cogerlo con pinzas -probablemente condimente su historia con hechos y acontecimientos no vividos por él directamente-, no hay constancia de una relación entre el Capitán y la joven. 

Al final del cómic también encontramos un dossier de dibujos y bocetos en el que se aportan datos históricos e información al lector. Curiosidades e imágenes de gran belleza que siempre suponen un valor añadido para una edición como esta. 

Como ya me ocurrió anteriormente con Canoe Bay, quizás Prugne no seduce a lectores exigentes en términos de guion, pero Pocahontas encantará, sin duda, a los amantes de las bellas ilustraciones. 

Desde mi punto de vista la obra merece estar en vuestras comitecas aunque sea solo por las ilustraciones. El día que Prugne tenga también un buen guionista a su lado, tendremos definitivamente una obra maestra del cómic europeo entre nuestras manos.