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El Método Gemini (Autsaider Cómics), es la segunda novela gráfica de Magius (Diego Corbalán, Murcia, 1981), tras Murcia (2015). Una sorprendente historia de gángsters ambientada en el Nueva York de los años 70 y 80, que se basa en la historia real del famoso mafioso Roy DeMeo, que fue sospechoso de asesinar a más casi 200 personas entre 1973 y 1983. Aunque Magius cambia el nombre del protagonista, suponemos que para evitar alguna “vendetta”

“Es una historia de mafiosos –asegura Magius- , y más en concreto sobre un gángster de Brooklyn muy ambicioso que forma una banda de delincuentes muy listos y muy duros, con el objetivo de impresionar a los mafiosos de alto rango e ingresar en la Cosa Nostra local como "soldado" al servicio de un Padrino. Lo que lo diferencia de otras historias semejantes es que el gangster protagonista, que se llama Mickey Dio, después de una carrera como empresario y banquero de éxito, no duda en hacer desaparecer a decenas de personas para siempre. Lo hace utilizando un sistema muy expeditivo: "el Método Gemini".

“Me he dejado influenciar -continúa el autor- por películas de Scorsese como Uno de los Nuestros o Malas Calles, y también por Los Soprano. Aunque en el cine está muy visto el tema de la mafia, yo creo que en cómic no se ha hecho nada parecido, y era interesante hacer una novela gráfica así”.

El Método Gemini (Autsaider Cómics), es la segunda novela gráfica de Magius (Diego Corbalán, Murcia, 1981), tras Murcia (2015). Una sorprendente historia de gángsters ambientada en el Nueva York de los años 70 y 80, que se basa en la historia real del famoso mafioso Roy DeMeo, que fue sospechoso de asesinar a más casi 200 personas entre 1973 y 1983. Aunque Magius cambia el nombre del protagonista, suponemos que para evitar alguna “vendetta”

“Es una historia de mafiosos –asegura Magius- , y más en concreto sobre un gángster de Brooklyn muy ambicioso que forma una banda de delincuentes muy listos y muy duros, con el objetivo de impresionar a los mafiosos de alto rango e ingresar en la Cosa Nostra local como "soldado" al servicio de un Padrino. Lo que lo diferencia de otras historias semejantes es que el gangster protagonista, que se llama Mickey Dio, después de una carrera como empresario y banquero de éxito, no duda en hacer desaparecer a decenas de personas para siempre. Lo hace utilizando un sistema muy expeditivo: "el Método Gemini".

“Me he dejado influenciar -continúa el autor- por películas de Scorsese como Uno de los Nuestros o Malas Calles, y también por Los Soprano. Aunque en el cine está muy visto el tema de la mafia, yo creo que en cómic no se ha hecho nada parecido, y era interesante hacer una novela gráfica así”.

En el cómic somos testigos de la evolución del personaje, desde que es un chaval hasta que se convierte en un peligroso mafioso: “El personaje es como un empresario que no duda en hacer lo que sea para ganar siempre dinero –asegura Magius-. No duda en robar si hay que hacerlo, o en matar si es preciso. Es todo un profesional, nunca lo hace por placer, sólo por negocios. No hay mucha diferencia entre cualquier empresario local y él”.

“De hecho, su primer trabajo, en la adolescencia, puede ser el de cualquier empresario espabilado: ayudante de carnicero; y a partir de ahí, empieza a dejar dinero a un amigo suyo que es un adicto al juego, al que atemoriza para que le devuelva cuantiosos intereses. El personaje va poco a poco superando límites legales y morales que le llevan al triunfo, pero también a la perdición” -concluye Magius-.

El despiadado “Método Gemini”

Cualquiera que haya visto una película de crímenes sabrá que lo más complicado es deshacerse de los cadáveres, pero este gángster encontró el método perfecto para eliminar a casi 200 personas en una década.

“El "método Gemini" –nos explica Magius- era una forma muy efectiva de hacer desaparecer por completo a la gente. El personaje real, al igual que el protagonista de la novela, tenía un bar llamado Gemini Lounge, donde se reunía con los miembros de su banda y dirigía sus negocios ilegítimos. Cuando quería asesinar a alguien lo engañaba atrayéndolo al bar e invitándole a bebida. Allí él y sus compinches mataban al pobre desgraciado de un disparo en la cabeza, y a continuación colgaban su cadáver bocabajo sobre la bañera de la trastienda, para así desangrar el cadáver”.

“Después -continúa el dibujante- hacían el llamado "desmontaje", que consistía en descuartizar el cadáver utilizando técnicas de carnicero, que conocían perfectamente. Después cada trozo, envuelto en bolsas de basura, lo tiraban a diferentes contenedores, los cuales eran vaciados en camiones de basura que arrojaban los restos en el mayor vertedero de toda Nueva York, sin que nadie sospechase nada. Se cree que Roy DeMeo hizo desaparecer para siempre a casi doscientas personas”.

“La historia de Roy DeMeo la descubrí gracias a una serie de documentales sobre la mafia neoyorquina durante todo el siglo XX. Lo que me llamó la atención de esta historia es que Roy DeMeo fue un banquero de éxito y también uno de los asesinos más infames de la mafia. Era tanta su brutal fama dentro del mundo del hampa, que hasta dicen que el todopoderoso John Gotti lo temía” -concluye Magius-.

“Mis influencias vienen de Scorsese”

Aparte de Torpedo 1936 que es muy distinto, no hay relatos parecidos a este en el cómic Español. “Esa fue una de las cosas que me llevó a realizar este tebeo -asegura Magius- no hay historias de mafiosos en el cómic ni en España ni en ningún lado, al menos reflejando una historia verídica y tratándola de forma seria. A veces pienso que el cómic está más limitado en sus temáticas que el cine. Yo quería hacer algo como las películas de Scorsese, más que como El Padrino, algo que fuese callejero pero que también tuviese toda la mística de los rituales de iniciación en la mafia”.

Una historia para la que Magius se ha basado en grandes películas: “Como digo, mis influencias vienen sobretodo de Scorsese, quien ha sido el que mejor ha retratado el mundo real de los mafiosos. Las películas de referencia son Uno de los Nuestros, Malas calles y, también Taxi Driver. Otra película que me ha influenciado bastante es El Profesor de Giuseppe Tornatore, que aunque la trama sucede en Italia y trata sobre la Camorra, es una película de culto dentro del género mafioso, y en la cual el protagonista inicia mediante rituales sangrientos a los miembros de su banda”.

De Nueva York a Donald Trump

Como en todas las historias sobre Gángsters, la ciudad es una de las protagonistas, en este caso Nueva York, aunque no sea exactamente el que conocemos. “Nueva York en este cómic –afirma Magius- es como una ciudad de Lego, hecha de bloques que asemejan rascacielos. Es una Nueva York un poco fantástica, muy inventada, pero que no va a despistar al lector, pues ésta es una historia puramente neoyorquina, con sus barrios marginales, puentes y personajes del inframundo que cualquiera ha podido ver en las películas”.

“No he estado nunca en Nueva York –confiesa-, por eso digo que está un poco inventada; aunque sí que me he documentado bastante sobre la arquitectura, los distritos como Brooklyn o Queens, los puentes, o la misma historia de la ciudad. Además, no se me ha dado nunca bien dibujar coches, pero en este cómic he tenido que dibujar muchos para dar esa sensación de sueño americano y lujo que tienen los Cadillacs o los Lincolns. Y sí que he disfrutado bastante dibujándolos, porque estéticamente son preciosos, con esos alerones de los sesenta y setenta, nada ver con los coches de ahora”.

A priori podría parecer que su dibujo naif, casi infantil, y los colores que utiliza (azul, rojo y amarillo), contrastan con una historia negra que solemos imaginar en blanco y negro. “Utilicé sólo tres colores –asegura- porque resultan muy expresivos. Son los colores primarios y le dan un toque antiguo, como de tebeo antiguo. También pueden llegar a producir un efecto extraño, como de desasosiego o de delirio, que es perfecto para narrar una historia violenta y desquiciante como ésta”.

Una de las cosas más curiosas del cómic es que uno de los personajes tiene los rasgos de Donald Trump. “Fue porque Donald Trump era por aquella época un ambicioso constructor de rascacielos, un yupie muy típicamente neoyorquino. Cuando me documentaba sobre la ropa de aquella época encontré muchas fotos de Trump en los setenta, vestido con elegantes trajes a rayas, y utilicé su fisionomía para darle aspecto al director del banco donde el gángster Mickey Dio opera como importante ejecutivo”.

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