Noticias

Artículos

Podcast

Post Page Advertisement [Top]






“Sí se puede”, asegura con vehemencia David Rubín. “Sí se puede hacer rentable una obra española en el siglo XXI. Sí se puede hacer cómic de autor que sea comercialmente rentable sin dejar de ser una obra de peso a nivel de crítica”. Sus nada menos que cuatro nominaciones, junto a las de otros siete autores españoles, a los cotizados Premios Eisner, que la noche del próximo viernes se entregarán en la Comic Con de San Diego (Estados Unidos), la cita con la historieta más importante junto con la de Angulema (Francia), son, afirma el dibujante, “un premio para todo el cómic español y un aviso para autores y autoras y editores de aquí”, porque tres de los títulos aspirantes a los galardones -‘Beowulf’, ‘Las Meninas’ y ‘El fantasma de Gaudí’- han sido primero publicados en España para luego conquistar al público estadounidense.  

Con ‘Beowulf’, fiel y a la vez rompedor con el poema épico, Rubín, junto al guionista Santiago García, opta a Mejor adaptación de otros medios; a Mejor dibujante entintador y Mejor colorista por ‘Black Hammer’, ‘Ether’, ‘Sherlock Frankenstein’ (recién publicado aquí) y ‘Beowulf’, y a Mejor serie con ‘Black Hammer’ (todas en Astiberri).

García, junto al dibujante Javier Olivares, con ‘Las Meninas’ (un insólita visión de la poliédrica obra de Velázquez, Premio Nacional de Cómic 2015 y Premio del Salón del Cómic de Barcelona) aspira a Mejor edición estadounidense de material internacional, una categoría en la que compite con ‘El fantasma de Gaudí’ (una historia misteriosa y detectivesca alrededor del genio y de Barcelona, Premio del Salón del Cómic 2016, en Dibbuks), de El Torres y Jesús Alonso Iglesias.

También estarán pendientes de la Comic Con (que empieza este jueves hasta el domingo) el dibujante Ricard Fernández (Efa), nominado como Mejor Pintor/Artista Multimedia por ‘Monet. Nómada de la luz’ (Norma), con guion de Salva Rubio; y Marcos Martín, que con ‘Barrier’ (Panel Syndicate) opta a Mejor cómic digital. Martín ya sabe lo que es ganar un Eisner: en el 2015, por ‘The private eye’ (ahora publicado en Gigamesh), también con guion de Brian K. Vaughan, y por la serie ‘Daredevil’. Eso sin olvidar a Carlos Ezquerra, cocreador del Juez Dredd, propuesto por segunda vez para el Hall of Fame a toda una carrera.
Interés del lector de EEUU

“En EEUU –cuenta García- hay un lector que se interesa por la novela gráfica, y eso implica tener interés por el cómic internacional. Les gustan las propuestas nuevas, personales, originales, y están siempre atentos a lo que pueda venir de Europa o de otras partes del mundo”. De hacerles llegar y promocionar esos trabajos, presentándolos a editores extranjeros en ferias como Angulema o Fráncfort, tras haberlos publicado en España, se están ocupando editoriales como Dibbuks y, sobre todo, Astiberri, que en el 2017 contó con nominaciones a los Eisner de la antología de cómic español ‘Panorama’ (también de Santiago García) y de ‘Arrugas’, de Paco Roca, quien ya ha vendido en EEUU a la prestigiosa Fantagraphics ‘Los surcos del azar’, ‘El invierno del dibujante’ y ‘La casa’, y que siempre ha querido editar primero aquí. 

Las nominaciones, señala Laureano Domínguez, editor de Astiberri, además de significar más visibilidad y repercusión internacional que va acompañada de un repunte de las ventas (‘Beowulf’ agotó la primera edición en EEUU, van a reeditarla y ya hay otros países interesados), “son el resultado de todos los años que llevamos apostando por la venta de derechos, que está creciendo mucho. En lo que va de año llevamos vendidos fuera tantos títulos como en todo el 2017. También hemos aumentado la apuesta por los autores españoles, de un 20% al 55%, y la producción propia”.
"Calidad excepcional"

Para su colega de Dibbuks, Ricardo Esteban, las nominaciones “son un indicador de que fuera empiezan a ver y valorar lo que se produce aquí con ojos golosos”. Sin embargo, lamenta, “en España aún no hay industria capaz de absorber al artista español, que tiene una calidad excepcional por metro cuadrado muy superior a otros países”. Es necesario, añade, que las editoriales asuman “un porcentaje de riesgo para generar producto aquí y venderlo fuera”.

“El único camino para tener una industria fuerte en España es apostar por producir obras aquí porque eso no se consigue solo con traducciones”, coincide Rubín, cuyos trabajos para el mercado de EEUU le permiten realizar obras que primero lanza aquí, como ‘Cuaderno de tormentas’, ‘Gran hotel Abismo’ o ‘El héroe’. Esta última fue, precisamente, “su puerta de entrada” a EEUU, pues llamó la atención de Tom King, que le buscó para ‘Ether’, y de Paul Pope, que hizo lo propio para ‘Aurora West’.

“El autor español -considera García- debe entender que en España se pueden hacer cómics excelentes, tan brillantes como los mejores de cualquier parte del mundo, y que, de hecho, se están haciendo. Los mercados internacionales son permeables a esas obras de calidad que es pueden producir en España. No hay que tener miedo a asomarse a escenarios mundiales y hay que quitarse complejos. También debemos valorar el mercado español, mucho más vital de lo que oímos”.

Esta explosión de talento coincide con un momento en que “el cómic de autor”, explica García, “es un movimiento internacional que cada vez salta más las fronteras, y eso se refleja en la actividad editorial de cualquier país interesado por el cómic”. A su internacionalización contribuye “la deslocalización de internet y el abaratamiento de los viajes, que permite visitar festivales de cómic antes inaccesibles”, con lo que “la difusión ya no tiene fronteras. Y los editores y los lectores que buscan este tipo de cómics no tienen prejuicios contra obras que vienen de otros países. Al contrario, muchas veces es un aliciente, porque se trata de un lector curioso que quiere descubrir otras voces y perspectivas. Y eso también está ocurriendo en Estados Unidos.

“Tenemos un talento y unas obras impresionantes, pero el lector español, en general, lee poco -avisa El Torres, de quien Dibbuks ya ha vendido también a EEUU ‘Goya. Lo sublime, terrible’-. No hay suficientes lectores para soportar la industria en España y que los autores puedan vivir de ello. Hace falta además un plan nacional de fomento de la lectura para luchar contra la glorificacion de la ignorancia”. Para el guionista, las nominaciones, prueban “lo maravilloso del cómic como medio para contar historias, como lenguaje universal capaz de hacer llegar un relato creado aquí a un lector como el estadounidense”.  

Independientemente de si ganan o no, algo que en años anteriores lograron autores como David Aja (‘Ojo de halcón’), Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido (‘Blacksad’) o, el año pasado, Gabriel Hernández Walta (‘La Visión’), para todos la nominación ya es un premio.

Bottom Ad [Post Page]

| Designed by Colorlib