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En 2019 celebramos el 40 aniversario de la revista El Víbora, y todos lamentamos que no tenga sucesora, que actualmente no haya una revista que aglutine el excelente cómic “underground” que se sigue produciendo en España y que podemos encontrar en fanzines maravillosos. Por eso festejamos la publicación de Alta Tensión (Desfiladero ediciones), una revista que recupera ese espíritu reaccionario y contracultural.

Su director Pablo Herranz, asegura que: “Alta Tensión nace casi como una necesidad, dada la calidad alcanzada por la producción actual, digamos, más alternativa, de poner una publicación a su servicio, que le asegure mayor difusión. Otro de los objetivos consiste en atraer para el medio lectores más allá de los convencidos, en base a un precio popular, seis euros, y la citada distribución. Dicho así parece una quimera, pero desde algunas librerías nos han informado que sí, que ha atraído a gente nueva”.

Destacar el nombre de la revista que ya nos orienta sobre lo que va a ofrecernos: “Nos gusta Alta Tensión porque lleva implícito un significado; en el sentido de que tensión puede referirse a la electricidad pero también al suspense. En cualquier caso, emociones fuertes. ¡¡Peligro de muerte!! ¡¡Alta Tensión!!”

Cómics de todo el mundo, en pequeñas dosis

En cuanto al contenido de este primer número, Pablo asegura que nos vamos a encontrar: “Cómic de todo el mundo, pero una corriente distinta a la mainstream, que por lo general no llega por otros cauces”.

“También –añade- hay una reivindicación del relato corto. Ahora todo tiende a hipertrofiarse, todo cómic debe tener un planteamiento de más de 100 páginas, cuando en realidad algunas historias requieren mucho menos. Ha ocurrido un poco como la literatura, que las novelas adquieren una extensión larguísima para justificar un precio más elevado, una mayor rentabilidad”.

Grandes autores nacionales e internacionales

Al final, el éxito de una publicación viene dado, en gran parte, por los autores. Y Alta tensión parece partir con ventaja: “Queríamos abrir con una portada de Magius (El método géminis), ya que ha sido el autor revelación del año, y más dentro del underground” –asegura Pablo-.

“En cuanto a autores nacionales –continúa-, tenemos a Ertito Montana, Amelia Navarro, Luna Pan, Rut Pedreño, Pedro Villarejo, Gerardo Sanz y la dupla formada por Boris Caramull y Adrián Bago”.

“Sin olvidar a los extranjeros: Igor Hofbauer, Sofia Olsson, la mexicana Iurhi Peña, Pedro Mancini y Pedro D’Apremont.

“La idea -continúa Pablo- es mantener un núcleo fijo de colaboradores mientras que otros van rotando. Como serie estamos publicando Ira Dinamita, de Ertito Montana, pero no es el clásico continuará sino episodios autoconclusivos con el personaje central como nexo de unión”.

“Aparte nos gustaba incluir una entrevista pues es una manera de poner en valor a los autores, de que no sea una mera recopilación, que permita adentrarse en la cabeza del autor y así llegar a comprender su obra” –concluye Pablo-.

“El underground actual está harto de lo políticamente correcto”

El underground nació hace seis décadas, en los años 60 del Siglo XX. Por eso queremos preguntar a Pablo qué tiene que ver el estilo de Alta Tensión con esos autores míticos: “Han pasado muchas décadas así que lógicamente el underground actual difiere bastante del primigenio. Desde el punto estrictamente estético se abrazan los presupuestos formales de la Nouvelle BD y corrientes similares por las cuales el virtuosismo se sacrifica en aras de la expresividad. Al tratarse, encima, de la corriente menos comercial esta estética se exacerba, lo cual impregna desde el modo en que se aplican las sombras, la reivindicación de la rotulación manual y un trazo muy suelto, más o menos fiero, pero siempre rabioso, muy vivo”.

“A nivel temático –añade- en el primer underground había una voluntad de subvertir el orden establecido a través de la propia iconografía del cómic, de ahí que se recurriese a los funny animals y algunas vacas sagradas del cómic, como el Pato Donald, para comunicar un mensaje inesperado, contracultural y callejero. También la épica de la vertiente más marginal de la vida alternativa se ha perdido, básicamente porque no es que carezca de glamour una bajada a los infiernos, es que no tiene maldita la gracia cuando la heroína se ha llevado por delante un allegado de cualquier extrarradio que deseemos citar”.

“Ahora el planteamiento es muy distinto –continúa Pablo-, hay un hartazgo de lo políticamente correcto, que lo está invadiendo todo, y para el cual ya está articulándose una contestación, y por otra parte toma forma una reivindicación de una nueva sensibilidad social a partir de la propia experiencia o el relato íntimo; esta visión además está capitaneada por la creciente incorporación de la mujer, de las autoras, al cómic, sin duda uno de los cambios más importantes respecto de épocas pretéritas. Hay un factor que mantiene, y que es primordial, la sensación de inmediatez, de algo vivo, urgente”.

“Vamos a adelantar el segundo número”

La idea era sacar el segundo número de Alta Tensión en diciembre y luego pasarlo a periodicidad trimestral; pero debido a la repercusión mediática, las cosas se van a acelerar: “Bueno, la verdad es que nos habéis insistido tanto que vamos a adelantar la fecha de salida, entre septiembre y octubre, si los hados acompañan” –asegura Pablo-.

El director también nos comenta dónde podemos adquirir la revista: “En tiendas especializadas, en librerías generalistas o cadenas con buena sección de cómics. En última instancia se puede solicitar en cualquier librería”.

En cualquier caso, Alta Tensión es una buena noticia para todos los amantes del mejor cómic underground. Una publicación a la que seguiremos muy de cerca.

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