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En este intervalo navideño que nos regalan estas fechas, he aprovechado el tiempo para escribir un artículo sobre una de las series de fantasía que he leído recientemente y que, sin duda, me ha dejado un magnífico sabor de boca.
Como amante declarado tanto del western como de la fantasía, no podía dejar pasar por alto la reciente publicación de West Fantasy, editada en España por Yermo Ediciones. Se trata de una serie creada por el conocido guionista Jean-Luc Istin, fundador además de la nueva editorial francesa Oxymore, un sello que ha dado mucho que hablar en los últimos tiempos.
Para quienes no estén al tanto, Oxymore ha logrado reunir a buena parte de los dibujantes y creativos que anteriormente trabajaban en Soleil/Delcourt en las exitosas sagas de los Mundos de Aquilon, una de las franquicias más leídas en Francia. Con equipos consolidados, nuevas incorporaciones y siguiendo la estela de series como Elfos, Orcos y Goblins, Magos o Enanos, Istin nos propone ahora un nuevo universo que mezcla steampunk, vaqueros y fantasía, y lo hace con un acierto notable que se traduce en puro disfrute para el lector.
Como viene siendo habitual, Yermo Ediciones está recopilando los álbumes originales franceses en tomos que agrupan dos volúmenes cada uno. Actualmente ya se han publicado dos tomos en España, mientras que en Francia acaba de aparecer el álbum número 6 el pasado mes de diciembre. Todo apunta, por tanto, a que no tardaremos en ver el tercer recopilatorio en las librerías españolas a lo largo de 2026.
He tenido la suerte de poder disfrutar de los primeros volúmenes y mi valoración es muy positiva, tanto por el guion como por el apartado gráfico. El dibujo corre a cargo de un conjunto de artistas de gran nivel: Marco Itri, Bertrand Benoit Bordier, Buonfantino y Demare, quienes aportan estilos variados pero coherentes, reforzando la identidad visual de este peculiar Oeste fantástico.
Un Salvaje Oeste diferente
Personajes como Okaar Albericht, Douglas Reeves y otros muchos nos sirven de puerta de entrada a este mundo de fantasía en el que el mapa de los Estados Unidos se reconfigura para ofrecernos un Salvaje Oeste alternativo, reconocible pero sorprendente. El lector encontrará todos los ingredientes clásicos del género —minas, trenes, marshals, forajidos— combinados con razas fantásticas, magia oscura y criaturas sobrenaturales.
Resulta especialmente recomendable detenerse a observar el mapa del mundo que se nos presenta e imaginar los distintos territorios y localizaciones, cuyos nombres ya despiertan la curiosidad y prometen grandes historias.
Desde mi punto de vista, uno de los personajes más disfrutables es el enterrador goblin. Me ha parecido tan divertido como inquietante, con una caracterización visual y narrativa muy acertada. Este personaje actúa como hilo conductor en la primera parte de la serie y funciona a la perfección como presentación de la raza goblin dentro de este nuevo contexto western-fantástico.
Otro de los grandes momentos del primer volumen es el enfrentamiento de los protagonistas contra una gran horda de zombis. Los muertos vivientes suelen ser un recurso eficaz, pero situarlos en el Oeste eleva aún más su atractivo, logrando escenas tan tensas como espectaculares.
He de reconocer que me ha gustado más el volumen 1 que el volumen 2, no porque este último sea inferior en calidad, sino porque la historia inicial me atrapó con mayor intensidad. Es muy posible que influya el efecto de la primera toma de contacto con un mundo tan original.
Sinopsis de los volúmenes publicados en España
Volumen 1
Okaar Albericht, un enano buscador de oro cuya única compañera es la melancolía, descubre en el fondo de su mina un gigantesco monolito: un tótem imbuido de magia ancestral. Paralelamente, la elfa Isha encuentra el cadáver de su hija entre las ruinas de su aldea y deberá localizar al wendigo, la única criatura capaz de ayudarla. Entre ambas historias, un goblin enterramuertos que devora cadáveres se convierte en una pieza clave para que los protagonistas puedan alcanzar sus objetivos.
Volumen 2
Este segundo tomo se mueve más dentro de los cánones clásicos del western, tanto en su estructura como en sus personajes, aunque la fantasía y la magia siguen muy presentes.
Yaretsi, una ladrona capaz de asaltar trenes y atracar bancos, traiciona al mago que la ha contratado, quien envía a sus acólitos tras ella para darle caza. Solo la intervención del marshal Douglas Reeves logra salvarla. Pronto, sus caminos se cruzarán con los de la hermana M, una religiosa de apariencia angelical que esconde a una asesina implacable al servicio de la Iglesia. Su nueva misión puede ser la definitiva: acabar con el Banquero, el hombre más rico y mejor protegido de los Estados Unidos.
Por mi parte, seguiré muy de cerca esta serie y estoy deseando leer el próximo volumen. La iniciativa de Oxymore me parece todo un acierto y, desde mi humilde opinión, promete traernos muchas alegrías en el futuro. Ya podemos intuirlo con su segunda serie, iniciada a finales del verano, titulada La Confrérie des Tempêtes (La Hermandad de las Tormentas), que apuesta por una fórmula similar a West Fantasy, pero ambientada en un mundo de piratas y fantasía.
Solo con ver su portada, resulta difícil no empezar a marcarla en la lista de lecturas pendientes. ¿Qué mejor manera de vivir una gran aventura que surcando los mares en un universo pirata con tintes mágicos? La pregunta que queda en el aire es clara: ¿Qué será lo próximo que nos ofrecerá Oxymore?
Espero que esta pequeña reseña os haya animado a incluir West Fantasy en vuestra carta a los Reyes Magos.
Feliz Navidad, y en breve, un nuevo artículo.
Pablo Lozano





