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Blake y Mortimer cumplirán el próximo mes de septiembre 70 años resolviendo casos en las páginas de cómic. Lo harán enfrentándose a un misterio relacionado con Shakespeare y sus manuscritos desaparecidos. Los dos aventureros nacidos del pincel de Edgar P. Jacobs entran de este modo en el selecto club de los personajes de historieta más longevos, lo cual tiene mucho mérito si se tiene en cuenta que ni forman parte de la inmortal plantilla de superhéroes ni nacieron en la factoría Disney.

El testamento de William S. tiene prevista su aparición tras las vacaciones de verano. Será el álbum número 24 desde que el 5 de septiembre de 1946 Blake y Mortimer debutaran en la revista Le Journal de Tintin, liderada por otro el gran referente del cómic franco-belga, Hergé, y cuya estrella era precisamente su célebre reportero del tupé. La presentación en sociedad de los dos investigadores fue la aventura El secreto del Espadón. Desde entonces, Blake y Mortimer han sobrevivido incluso a la muerte de su creador, y de la mano de otros autores han seguido resolviendo casos hasta hoy –aunque siempre ambientados en los años 50 y 60 del siglo XX--, en que el dibujante André Juillard y el guionista Yves Sente han conseguido modernizar y consolidar la herencia de Jacobs conservando su espíritu y épica-

La saga narra las aventuras del profesor Philip Angus Mortimer, físico nuclear de origen escocés aunque formado en la India, y del capitán galés Francis Percy Blake, que trabaja para el servicio secreto británico. De las pirámides de Egipto a la Atlántida, Blake y Mortimer se mueven en un escenario propio de la guerra fría, entre la ciencia ficción y el misterio policiaco.

Jacobs y Hergé son sin duda alguna las grandes figuras del comic franco-belga tras la Segunda Guerra Mundial. Hergé tomó como colaborador a Jacobs cuando este último, que había probado suerte sin éxito en el teatro y la ópera, reorientó su carrera hacia la ilustración. De hecho, su primer trabajo con Hergé fue encargarse de los decorados de la obra teatral Tintin en la India (El misterio el diamante azul).

Hergé no dudó entonces en contratarle para que coloreara y dibujara los fondos de las aventuras de Tintín. Era un trabajo que Jacobs realizaba con meticulosidad y que a Hergé le interesaba poco. Descubrió lo mucho que Jacobs aportaba a su obra cuando este decidió volar solo con Blake y Mortimer. Hergé trató de retenerlo, pero su hasta entonces colaborador pidió a cambió cofirmar las aventuras de Tintín. No hubo acuerdo y Jacobs se fue. Ambos mitos del comic iniciaron entonces una relación en la que se confundía la rivalidad con la amistad y el respeto con la envidia.

De todos los álbumes de Jacobs y sus dos investigadores destaca como gran creación La marca amarilla (1953). Se publicaba una página por semana, de modo que los lectores tardaron 14 meses en conocer el desenlace. Se dice que la fiebre por esta aventura de Blake y Mortimer hizo que en Bélgica se agotaran los rotuladores amarillos y que en todas las paredes apareciera la marca M.
Jacobs publicó su último álbum en 1970, Las tres fórmula del profesor Sato, una aventura concebida en dos volúmenes de la que los lectores solo pudieron disfrutar de la primera parte. Tuvieron que esperar 20 años, cuando un dibujante colaborador de Hergé y amigo de Jacobs, Bob de Moor, finalizó el segunda parte pendiente gracias al guión que había dejado Jacobs, que había fallecido tres años antes, en 1987. También Hergé había muerto, en 1983.

En 1996, el guionista Jean Van Hamme retomó la serie con El caso de Francis Blake. Para ello se asoció con el dibujante Ted Benoit, con quien repetiría con La extraña cita (2001). Van Hamme volvió a dar vida a Blake y Mortimer en 2009 y 2010 con La maldición de los treinta denarios, con la particularidad de que para el primer tomo contó con los dibujantes René Sterne y Chantel de Spiegeleer, a los cambió por Antoine Aubin y Étienne Schréder en la segunda parte. Aubin repitió en 2013 con La onda Séptimus, con guión de Jean Dufaux.

Pero de todos los autores que han seguido la saga tras la muerte de Jacobs, han sido los ya mencionados Sente y Juillard los que lo han hecho con más acierto. Ahora celebrarán el 70 aniversario de Blake y Mortimer con El testamento de William S., pero cuatro les preceden: La maquinación Voronov (2000), Los sarcófagos del sexto continente (2003), El santuario de Gondwana (2008) y El juramento de los cinco lores (2012).

En todos estos años, las aventuras de Blake y Mortimer han contado con una serie de dibujos animados, pero no conseguido todavía llegar al cine, como sí lo ha hecho Tintin. Ha tres intentos que no fructificaron, entre ellos el de Álex de la Iglesia, que pensaba dar vida a los dos héroes con Hugh Laurie y Kiefer Sutherland. De momento, los fans de la serie del gran Jacobs tendrán que conformarse que seguir con el cómic, para lo que, como está comprobado, no faltan guionistas y dibujantes dispuestos a evitar que los dos aventureros se jubilen.

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