Noticias

Artículos

Podcast

Post Page Advertisement [Top]


“Mi enfoque es personal. Sin teleobjetivos. Con intimidad y respeto. Respeto lo que retrato porque yo también quedo retratada a mi vez. Siempre” (Graciela Iturbide)

La belleza de las imágenes de la fotógrafa Graciela Iturbide (México, 1942) hacen que sea muy fácil calificarlas como mágicas o surrealistas, calificativos que a ella no le gustan porque durante los últimos cuarenta años ha buscado la verdad, el retrato del auténtico México que mezcla lo indígena y lo poscolonial en algo que ella define como “tempo mexicano”.

Ahora la vida de Graciela, considerada la fotógrafa más importante de México, llega al cómic en la apasionante novela gráfica Iguana Lady. La vida de Graciela Iturbide (La Fábrica), de la escritora norteamericana Isabel Quintero y el ilustrador, dibujante y pintor Mexicano Zeke Peña.

Un libro que, por increíble que parezca, logra captar la belleza plástica de la fotógrafa mexicana, a la vez que constituye un apasionante recorrido por su vida y su búsqueda de la verdad, que plasma en cada una de sus instantáneas. También indaga en lo que significa ser artista. Y tiene mucho de poético, tanto en lo literario como en lo visual.

Una novela gráfica extraordinaria en la que se combinan la prosa poética de Isabel quintero, con los bellísimos dibujos de Zeke Peña que reinterpreta el mundo de Graciela a su manera, consiguiendo que evoque el universo de la fotógrafa pero que, a la vez, sea algo completamente nuevo y diferente.

Destacar que el cómic contiene más de dos docenas de fotografías de Graciela, incluyendo su instantánea más famosa: Mujer ángel (1979).

Se hizo fotógrafa por el dolor tras la muerte de su hija
El cómic nos describe cómo Gabriella quería ser escritora, aunque la tradición y la familia la llevaron a casarse, con 19 años, y tener hijos. Y su inquietud la llevo a estudiar teatro y cine. Pero fue el dolor por la muerte de su hija Claudia la que la llevo a coger la cámara de fotos y a recorrer México y el mundo entero.

Empezó como ayudante del fotógrafo Álvarez Bravo, que pertenecía a la misma comunidad artística que Tina Modotti, Diego Rivera y Frida Kahlo; y cuyo trabajo celebraba la rica cultura indígena mexicana. Pero pronto Graciela no se conformó con fotografiar lo que veía sino que quiso dar un enfoque más personal a sus fotografías, una visión que iba mucho más allá de la realidad que retrataba. De hecho, partiendo de esa realidad, fue capaz de crear su propio y reconocible universo. Sus propios símbolos.

En las profundidades de México fotografíó rituales prehispánicos, pero también católicos. Como la matanza ritual de miles de cabras en la región de la mixteca.

Durante diez años retrató a las mujeres de Juchitán, que no temen decir lo que piensan. Nos descubrió la naturaleza en el jardín etnobotánico de Oaxaca. E incluso viajó a la india, donde nos mostró que los objetos cuentan historias sobre sus propietarios.

La Mujer ángel
Pero siempre vuelve a casa, a México, como en su famosa serie dedicada a los Seris, un pueblo indígena del estado Mexicano de Sonora donde, en 1979, “…con los seris, en el desierto que es su hogar, tomo mi fotografía preferida. Y la más famosa: Mujer ángel".

Se trata de la imagen de una mujer seri que camina a través de la inmensidad del desierto, dando la espalda a la cámara. Viste el traje tradicional de las mujeres seris y en su mano derecha cuelga una radio-grabadora.

Lo curioso es que Graciela no fue consciente de tomar esa imagen y se la encontró al revelar las fotografías por lo que la considera “Un regalo que me hizo la vida”.

Un mundo en blanco y negro y sin trucos
Da igual a donde le lleven sus viajes, el mundo de Graciela siempre es sencillo, directo, auténtico, un mundo en blanco y negro y sin ningún tipo de trucajes fotográficos, como teleobjetivos. Porque a Graciela le gusta meterse en los mundos que fotografía.

Así surgieron series tan famosas como Naturata, En el nombre del Padre, Tránsitos. Fiesta y muerte en México, Juchitán de las Mujeres, Los que viven en la arena, No hay nadie... O la archiconocida El Baño de Frida, que realizó en 2004 (cuando dicha estancia se reabrió, 50 años después de la muerte de la famosa artista) y cuya gestación se refleja en este cómic.

“Entré en el cuarto y le pedí a los objetos que me contaran la historia de Frida”.

Se deja guiar por los pájaros
“Los pájaros me hablan desde el fondo de mi ser, como cuando los fotografío”

El cómic también refleja la obsesión de Graciela por los pájaros, que siempre están presentes en su obra.

Pájaros a los que sigue por todo el mundo, dejándose guiar por ellos en una desesperada búsqueda de libertad que la llevará a descubrir nuevas culturas y gentes.

Desde que comenzó a hacer fotografías, hace casi 50 años, Graciela no ha dejado de volar. De descubrirnos el mundo con su mirada de pájaro que surge desde lo más profundo de su alma.

Destacar la cuidadísima edición de la editorial La Fábrica, famosa por sus libros de Fotografía y Arte. Iguana Lady. La vida de Graciela Iturbide es su la primera novela gráfica que publica.

Bottom Ad [Post Page]

| Designed by Colorlib