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Uno de los autores habituales de nuestro podcast, La Buhardilla de Venger, ha vuelto a ocupar nuestras lecturas durante esta aguada Semana Santa.
Me refiero ni más ni menos que a José Luis Munuera, autor admiradísimo por el que sentimos especial devoción a pesar de que nunca nos haya visitado en el Festival de cómic a pesar de residir muy cerquita de Úbeda, en Granada.
No se lo tenemos en cuenta y otra vez nos lanzamos a la lectura de un nuevo título suyo para dejaros nuestra opinión en nuestra sección de artículos. Ya le dedicamos en 2023 uno al cómic Corazón de hojalata que podéis leer en este enlace.
En esta ocasión el título elegido es La carrera del siglo, y está publicado por Astiberri. Una editorial española que casi no saca novedades, pero que casi siempre resultan muy acertadas, como es el caso de El Abismo del Olvido, que comentamos en marzo y que tanto nos gustó.
Pasamos de la ciencia ficción que hemos podido disfrutar con la serie de Corazón de Hojalata a una historia sorprendente basada en hechos reales y para ello, los pinceles de Munuera se ponen al servicio del guión de Kid Toussaint que fue responsable de la obra Love, Love, Love, entre otras. Como aperitivo, reproducimos por aquí la sinopsis del cómic proporcionada por la editorial:
30 de agosto de 1904, terceros Juegos Olímpicos de nuestra era. En las bulliciosas calles de San Luis (Misuri, Estados Unidos), se celebra la maratón más desastrosa de la historia del deporte mundial. Con una terrible marca de 3 horas, 28 minutos y 53 segundos, tan solo 14 de los 32 corredores consiguen acabar la maratón más lenta, tramposa y llena de hitos de todos los tiempos: entre otros, temperaturas de más de 30 grados, un recorrido mal señalizado, el primer caso registrado de dopaje organizado; los primeros atletas africanos en participar en unos Juegos Olímpicos (se habían salido de la cercana Exposición Universal); un cartero cubano vestido de calle (al que un lanzador de disco, amablemente, le corta las perneras del pantalón para que pueda correr con mayor comodidad); un atleta que realiza parte del recorrido en coche; y otros participantes con circunstancias personales alucinantes.
Estamos ante una historia que suena hoy del todo improbable pero que está enteramente basada en hechos reales, y cuyo legado sigue vivo en los anales olvidados del deporte mundial. Una historia tan real como poco conocida que hará las delicias de todos los lectores y de los aficionados al deporte en particular.
Investigando un poco, parece que estos juegos olímpicos tuvieron poca aceptación, ya que fueron muy pocos los países participantes y solamente hubo 42 participantes de otras nacionalidades. Como era de esperar, en tales circunstancias los atletas estadounidenses se colgaron prácticamente todas las medallas en juego. Organizativamente, estas olimpiadas fueron un fiasco, pero podemos valorar positivamente que fueron las Olimpiadas en las que se inició la tradición de premiar con medallas de oro, plata y bronce al primer, segundo y tercer lugar de cada prueba. Además, se incluyó por primera vez el boxeo como deporte olímpico.
Si por algo también destacó especialmente esta edición de los Juegos Olímpicos fue por la segregación racial. En el cómic se habla de la obsesión constante de los organizadores por demostrar la inferioridad de otras razas frente a la raza blanca y se buscaba sobre todo demostrar la supremacía de los estadounidenses por encima de todas las demás nacionalidades. Este racismo lo entendemos como algo a la orden del día en esta zona de los estados confederados del sur de EEUU.
Kid explotará esta increíble historia con este interesante contexto histórico para poner el foco de manera especial en la prueba maratoniana que tendrá lugar en el marco de estos juegos. Para ello nos presentará a algunos de los 32 participantes reales que tuvieron que recorrer un infierno para poder llegar a la meta, no sólo desde la línea de salida, si no también desde que salen de sus países de origen.
Con el guion de Kid y con el estupendo dibujo de Munuera nos sumergimos en esta aventura como espectadores, participando en un recorrido que muchas veces nos dejará sin aliento y preguntándonos cómo los pseudo atletas del momento pudieron consentir el enorme desastre y despropósito de carrera. Los autores del cómic plantean este desastre como si fuera algo que ya estaba amañado desde el principio para que sólo los elegidos pudieran ganar.
Cruzar la ciudad sin ningún tipo de seguridad, perros que salen corriendo detrás de los atletas, carteles que no se sabe qué están señalizando, deshidratación por falta de agua durante el recorrido y las altas temperaturas, entre otras muchas vicisitudes, dejan claro que esta carrera como indica su propio título será la carrera del siglo.
Increíblemente nuestros protagonistas conseguirán superarla a pesar de las adversidades y por el camino nos mostrarán sus aventuras y desventuras desde un punto de vista mayoritariamente cómico.
Es increíble como el dibujo de Munuera nos vuelve a sorprender y a enamorar con cada una de las viñetas. Increíble también el trabajo de documentación de vestuario, paisaje y cientos de detalles que deja transpirar la obra. Todo para contarnos una historia llena de matices sociales de la época, muy crudos y devastadores, pese a la comicidad con la que está tratado el tema en la obra.
Mención especial para el dossier histórico final en el que se nos explica con todo lujo de detalle y fotografías lo que pasó durante y después de la carrera con cada uno de nuestros protagonistas.
Ahora mismo La carrera del siglo se posiciona muy cerca de la línea de meta como una de nuestras obras favoritas de este año y espero que próximamente podamos conseguir que Munuera nos la dedique en el Festival de Cómic Europeo de Úbeda.
¿Creéis que lo conseguiremos?
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